miércoles, 16 de diciembre de 2015



Mindfulness - Meditación de Atención Consciente (6)


La práctica

Aunque son muchos los posibles objetos de meditación, mi recomendación es utilizar la práctica de concentración en la respiración hasta desarrollar cierto grado de concentración básica. No se trata de practicar una técnica de absorción profunda o de concentración pura. Se trata de cultivar la atención plena que culmina con en la visión profunda y la sabiduría para comprender la realidad tal cual es. Se trata de conocer con detalle el funcionamiento del complejo cuerpo – mente, se trata en suma de desembarazarte de toda perturbación psicológica para el logro de una vida tranquila y feliz.

Cuando observamos el funcionamiento ordinario del complejo cuerpo-mente, tendemos a ignorar las cosas que nos desagradan y a aferrarnos a aquellas que nos gustan. Esto es así porque nuestra mente suele estar influenciada por el deseo, el odio, el engaño, etc. Nuestro ego, nuestra identidad y nuestras opiniones se interponen en nuestro camino y tiñen nuestro juicio. 

Cuando observamos atentamente nuestras sensaciones corporales, no debemos confundirlas con las formaciones mentales. Al cabo de un rato de estar sentados es muy posible que surjan una serie de sensaciones de incomodidad en nuestra espalda o en las piernas. Nuestra mente experimenta de inmediato esa incomodidad y elabora, al respecto, numerosos pensamientos que debemos observar con mucha atención. La sensación es uno de los siete factores mentales universales. Los otros seis son el contacto, la percepción, las formaciones mentales, la concentración, la fuerza vital y la conciencia. 

FACTORES MENTALES UNIVERSALES 

1 Sensación 

2 Contacto 

3 Percepción 

4 Formaciones mentales 

5 Concentración 

6 Fuerza vital 

7 Conciencia 

En otras ocasiones pueden presentarse emociones, como el resentimiento, el miedo, la preocupación, etc., en cuyo caso, debemos observarla tal cual es, sin confundirla con ninguna otra cosa. Cuando consolidamos los diferentes agregados de forma, sensación, percepción, formaciones mentales y conciencia en una sola entidad a la que tomamos por una sensación, nos confundimos puesto que la fuente de sensación permanece oculta. Si permanecemos sencillamente en la sensación, sin diferenciarla del resto de los factores mentales, resulta muy difícil comprender la verdad. 

La práctica de la atención plena o Mindfulness, nos obliga a ser completamente sinceros con nosotros mismos, porque solo conociendo nuestras deficiencias podremos mejorar. Mejorar es el único camino que nos acerca a la perfección, que es nuestro objetivo en la vida. Si queremos superar nuestros defectos, debemos antes saber cuáles son. Solo de ese modo podremos superar las debilidades y abrir las puertas para el cultivo de las nobles cualidades que se hallan profundamente enterradas en nuestra mente subconsciente. 

Lo cierto es que, si estamos enfermos, debemos descubrir la causa de nuestra enfermedad. Solo entonces estaremos en condiciones de aplicar el adecuado remedio. Si pretendemos no estar nunca enfermos, jamás podremos, por más que suframos, recibir el tratamiento adecuado. Si, del mismo modo, nos creemos libres de esas faltas, jamás limpiaremos nuestro camino espiritual. Si estamos ciegos ante nuestras debilidades, necesitaremos que alguien nos las señale estándole muy agradecidos por ello. 

Nuestro objetivo 

Nuestro objetivo con respecto a la práctica de meditación es el de alcanzar la perfección de todas las cualidades nobles y sanas que permanecen latentes en nuestra mente subconsciente. Y son cinco los elementos que componen este objetivo: 

1 La purificación de la mente 

2 La superación de la tristeza y de las lamentaciones 

3 La superación del dolor y la aflicción 

4 Avanzar por el camino correcto que conduce hasta la paz eterna 

5 Obtener la felicidad que ese camino proporciona 

Por lo tanto debemos dar un paso hacia adelante, sin olvidar este quíntuple objetivo, con la esperanza y la seguridad de alcanzar la meta.